martes, 7 de abril de 2015

Cumbre de las Américas: Un payaso sin sueldo.


Juan Juan Almeida

Por: Alberto Urrutia.
Debe ser duro para alguien de tan delicada profesión quedar sin reconocimiento, tirado al rincón, aislado y sin paga.
Cuando usted escuche el caso, si lo escucha, de un tal Juan Juan Almeida, piense en un grotesco personaje, con dotes de autosuficiencia como para autodeterminarse “Analista y Escritor”, piense simplemente en un traidor- y no es retórica- es un traidor de causa, de ideas, con todos los rasgos distintivos de esa repudiada especie, pero además es también traidor de un padre, de una familia, sin dudas el escalón más bajo de la vil traición.
Roma paga a sus traidores… dice un viejo refrán… Gran Miami pagó a Juan Juan, lo utilizó, pero al notar los pocos dividendos que aportaba, lo engavetó, lo dejó como niño que llora sin atención, en estado de pataleta, y fue así como el “pobre señor” debió inventarse un título y una especie de profesión.
Justo en los días previos de la Cumbre de las Américas, los desesperados de Miami recordaron el nombre de uno de sus payasos favoritos- le pagan poco y habla mucho- y le dieron la tarea de mal escribir sobre Cuba y retomar esa retórica que siempre cae en el descrédito de los líderes de la Revolución cubana y en mostrarse como un catedrático defensor de los Derechos Humanos. Ahora ya no maldice tan seguido a uno de los hombres más honestos y admirables del siglo pasado, su padre, el Comandante Juan Almeida Bosque, ahora lo hace a la obra por la que este dió su vida.
“Juan que te vas a caer” dice una canción infantil de Enriqueta Almanza en la que el travieso niño responde “va! me tiene sin cuidado”. Pues así, como siguiendo al dedillo la letra de esa tonada, el Señor Juan ignora su pasado y el sin número de fechorías que disgregó por esta isla, cuales en su momento determinado podrían empezar a rodearle como boomerang que gira peligrosamente sobre su cabeza.
Usted puede alejarse de su pasado, pero no puede deshacerlo, así de sencillo! Si Ud aquí fue un niño mimado que no soportó los embates del período especial, la humildad y la resistencia de una nación, los tragos amargos de construir un socialismo a 90 millas de su agresor, si usted mintió, robó, difamó, traicionó, si usted hizo todo y más que eso, es mejor que siga en la gaveta donde le han colocado, pues al menos ahí disfrutará de la oscuridad y la ignomimia a la que ha sido desterrado, en lugar de la legítima defensa de un pueblo que no tiene mucha paciencia cuando de traidores y payasos mal pagado se trata.
Agáchese Sr traidor, que el boomerang podría estar llegando a su madriguera y pronto podría golpear a su cabeza, hacer caer su nariz roja y con ello perder la posibilidad de “trabajar” de vez en cuando para lo que pagan y ríen de sus payasadas…
No son tiempos de excentricidades, escóndase!

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