viernes, 23 de agosto de 2013

APUNTES Y REFLEXIONES SOBRE UNA ENTREVISTA EXCLUSIVA.(#CUBA,#MIAMI,#MADRID)

Por: Profesor. Lic. Boris Castillo Barroso Quienes tuvimos la oportunidad de seguir, la entrevista exclusiva que el periodista Fernando como parte del equipo de la CNN en español, hiciera al flamante Presidente electo de la República del Paraguay, Don Carter, luego de la ceremonia oficial de su investidura, quedamos profundamente sorprendidos e indignadosde una parte, por la arrogancia, prepotencia y falta de ética del conocido periodista; y de otra parte, por la sagacidad del presidente paraguayo, quien recién estrenado de sus funciones, eludió magistralmente las provocaciones defendiendo, sobre todo los aspectos, por controvertidos que fueran; La Unidad y la integración como mecanismos ineludibles en la actual coyuntura y el carácter de estos principios por encima de cuales quiera diferencias económicas y políticas transitorias. El periodista de marras, respondiendo sin lugar a dudas a los conocidos intereses mediáticos de combatir sin tregua el exitoso accionar de los países de América Latina y el Caribe en pos del sueño ancestral Bolivariano de integración ; y en evidente en sintonía con el Proyecto Neoliberalimperialista, de pretensiones hegemónicas, liderado por los Estados Unidos y acompañado por sus aliados históricos,luchó insidiosamente durante toda la entrevista, por revivir para dividir, desavenencias intrarregionales, derivadas de los conocidos acontecimientos ocurridos en el Paraguay, a tenor de la destitución, por un controvertido juicio parlamentario, del entonces Presidente Fernando Lugo, y la nominación con carácter transitorio del parlamentario Franco, como Presidente Constitucional, hasta las recientes elecciones generales, que dieron el triunfo al conocido empresario y candidato del Partido Colorado, Presidente Carter. En su permanente labor de zapa, el periodista de la CNN, rememoró , sobrestimando exageradamente y sin solución de continuidad , al grado de “daños irreparables de honor”los incidentes con el entonces Canciller venezolano, Nicolás Maduro, hoy Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, acusado en ese contexto, de supuesta injerencia en los asuntos internos del Paraguay; la suspensión en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) del Paraguay, y el ingreso a continuación de Venezuela en ese mecanismo subregional, al que la derecha parlamentaria paraguaya se venía oponiendo, quebrando el consenso requerido: la no invitación oficial a la República Bolivariana de Venezuela al acto de asunción presidencial del Presidente Carter . Por último con indiscutible saña significó también, la ausencia de varios mandatarios latinoamericanos invitados, que en solidaridad, con la exclusión de la República Bolivariana de Venezuela al Acto de toma de posesión del Presidente Carter, excusaron su presencia, disminuyendo el nivel de representación. El Presidente Paraguayo, versátil en sus respuestas, seguro, amable, sonriente siempre, sin desdeñar su formación económica y política que sustentan su estrategia de gobierno, con la altura correspondiente a su autoridad y en plena conciencia de la trascendencia de sus valoraciones a nivel internacional, desdeñó magistralmente las sutilezas de las provocaciones referidas, destacando por encima de las desavenencias apuntadas , la trascendencia de la Integración Regional, y la Unidad Regional como imponderables del desarrollo económico y social de la región, y en consecuencia la inviabilidad de cualquier nación que pretendiera por si misma enfrentar los retos de la actual coyuntura internacional Con singular fundamentación el Presidente indicó como los mecanismos o instituciones encargados de la instrumentación de la política exterior de cada país inspirados en la voluntad de acogerse a los principios de Unidad para la Integración encontrarían las formas adecuadas para superar los obstáculos pasados y futuros. Finalmente es importante acotar aquí las referencias del Presidente Carter a la importancia de sus conversaciones con las Presidentas Cristina Kirchner de Argentina y Dilema Ruseff de Brasil y la unidad de criterios sobre el particular. Es esta crónica una evidencia más de que existen en la actual coyuntura, condiciones particulares en la región para seguir avanzando en la consolidación del proyecto de integración concebido por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe(CELAC), que requiere en consecuencia sin prisa pero sin pausa, de definiciones y acciones más contundentes que apunten a la supranacionalidad necesaria, que garantice la aplicación de políticas y acciones comunes; escudo imprescindible, contra las evidencias también latentes de quienes trabajan en la reactivación de viejos esquemas sectoriales de integración animados más en torcer o desviar la trayectoria consensuada y nulitar , potencialidades ya claramente no solo identificadas , sino en ejecutoria. Tal es el caso de la estrategia exógena de reactivar organizaciones como la conocida organización del Acuerdo o Tratado del Pacífico Sur, que con viejos y engañosos “Cantos de Sirena” de rápidas y cuantiosas inversiones, “garantes” de la reactivación estabilidad y desarrollo económico de sus estados miembros, tiene como propósito frustrar los objetivos de la CELAC.

No hay comentarios: